Llevo cuatro meses en este bello país, pero para mí es un poco difícil la adaptación. Me gusta mucho los colores de los mercados, los olores del Pazar.
Vivo en Turquía porque me casé con un hombre de este país. Es una persona maravillosa pero tenemos algunos choques culturales. Los dos estamos aprendiendo a tener la paciencia y ser un gran equipo en nuestro matrimonio.
Cómo han visto yo soy pintora, y por ahora me he dedicado a buscar buenos materiales para continuar pintando. Contemplando si es buen precio y calidad. He estado explorando las tiendas en el centro de Konak, he tratado de contactar pintores para platicar con ellos. Conozco una maravillosa pintora pero ella es mayor de edad y nos cuesta comunicarnos para hablar de estas cuestiones y compartir tips de materiales (necesito aprender turco).
Todavía siento una fuerte nostalgia por mi país, por los sabores, olores, pero principalmente por mi familia, mis amigos y mi mascota que está con mis padres. Lucho por no sentir esa falta cada día, la verdad es que para mí no es fácil, pero espero un día sentirme más integrada a este pais.
Samuş el gato de la vecina 
Kebab 
Ayran, una bebida hecha con sal y yogurt natural 
İzmir en la lluvia
Doribry, ilustración en Turquía 